El POM GF25 es un poliacetal sumamente cristalino, también conocido como poliformaldehido, polioximetileno o acetal, compatible químicamente con el POM-C. Por lo general, se usa en aplicaciones que requiere alta carga mecánica: engranajes, frenos de seguridad, bandas transportadoras, sistemas de cierre, etc.
Su acetal es aditivado con un fibra de vidrio que aguanta la estática a altas temperatura y durante períodos largos. Además de resistir a la química, funciona como aislante. Sin embargo, no es apropiado para superficies que requieran deslizamiento.
Entre las características del poliacetal o POM GF25 destacan: su bajo coeficiente de fricción y su sensibilidad a la oxidación; para que la calidad de moldeo sea superior, hay que añadir antioxidantes a algunos de los materiales. Se necesita poca agua y es difícil para barnizar o pegar. Otras cualidades del POM GF25 son:
El POM GF25 es uno de los poliacetales con mayor resistencia entre los plásticos de la ingeniería. Es muy útil en situaciones donde se necesita estabilidad, porque aguanta muy bien a la flexión y la compresión.
Este POM también estuvo pensado para ser dispuesto en instalaciones eléctricas con voltajes de más de 25mil vatios. También es resistente a estar en la intemperie.
Este poliacetal tiene alta capacidad para resistir la erosión, impregnación y corrosión que causan las sales, bases, ácidos y disolventes químicos. Sin embargo, para un mejor moldeo, hay que usar antioxidantes en superficies que lo necesiten.
El POM GF25 posee una dureza elevada bajo cargas mecánicas. Es resistente a los impactos. Tiene una elongación a rotura de 12, aprobada por la ISO 572-2. Y rigidez por indentación de bola de 180, avalada por la ISO 2039-1.
Por ser resistente a todo tipo de exposición, este material absorbe y tolera sin problema, el agua caliente y el fuego. El uso continuo puede alcanzar temperaturas de más de 170ºC. No se deforma ante el exceso de calor.
La industria mecánica, electrónica y la automoción son los 3 grandes ámbitos de aplicación del POM GF25. Con este material se puede trabajar en engranajes y piezas de máquinas, en mecanismos de la ingeniería aeronáutica, la electrotécnica, la industria textil. Pero además:
No obstante, como la fibra de vidrio puede generar un efecto abrasivo, no se recomienda para aplicaciones con deslizamientos. También es útil para algunos componentes de la industria alimenticia; por lo tanto, este material no es tóxico si tiene contacto con los alimentos.
En la escala de reciclabilidad, el POM GF25 ocupa el lugar número 7; sin embargo, este es 100% reciclable. Aunque debe cumplir algunas condiciones: logística y legislación regional, costos e instalaciones de incineración y clasificación, y avances del proceso de quimiolisis.